SURTIDO DE BOMBONES

¿Habéis tenido un feliz día de San Valentín tod@s?
Ayer 14 de febrero, día internacional del amor, las parejas se hacen regalitos para demostrarse lo mucho que siguen enamorados. Pero también hay que celebrar otros amores igual de importantes que el de pareja: está el amor incondicional de unos padres a sus hijos (y al revés); entre hermanos, entre amigos, entre tú y tu mascota o simplemente el amor propio.
Hay regalos muy típicos que pueden gustar o no, pero creo sinceramente que unos bombones siempre son un acierto. El chocolate nos gusta a todos: a unos nos va más el oscuro por su toque amargo y en cambio hay otros que prefieren el dulzor del blanco. Por eso, las chocolaterías quieren sorprendernos cada año con un toque diferente. Y es que hay muchos ingredientes que combinan a la perfección con el chocolate, algunos de ellos incluso pensarías que son una aberración de la naturaleza, pero en cuanto lo pruebas…. mmmm.
Siempre he pensado que el día de San Valentín es un día para sacarnos el dinero, un día completamente comercial ya que se puede celebrar el amor todos los días del año. Pero también es cierto que aún creyendo eso, cada año he acabado celebrándolo con un toque dulce. Y éste año no iba a ser menos! Así que he decidido preparar un mini- surtido de bombones sorprendentes, con 4 variedades distintas.

Surtido bombones
Os voy a ir diciendo como he realizado cada uno de ellos, pero aquí os digo los ingredientes que he necesitado para hacerlo todo:

  • 300 gr de chocolate blanco
  • 200 gr de chocolate negro
  • 2 cucharadas de mermelada de fresa
  • 20 gr de copos de maíz dulce
  • Sal y pimienta

Como casi siempre me he complicado un poco la vida y he basado mis bombones en dos ganaché clásicos: uno blanco y uno negro. Aunque ya os contaré en otro post los secretos del ganaché, solo digo que se preparan de manera distinta. Y a partir de aquí….empiezo con el montaje de cada uno de los bombones! Pero después de ver que con los ganaché no cuajaban, al final los he hecho con el chocolate derretido, sin más. No os compliquéis tanto, que el resultado en sabor es igual.

Corazon b-n (1)Corazones bicolor:
Son los más sencillos de los cuatro. Con un molde de corazones, he rellenado el fondo con el chocolate blanco y lo he dejado en el congelador unos 20 minutos. Luego he acabado de rellenarlos con el negro y lo he vuelto a dejar congelando.

Lingotes crujientes:Lingotes
He cubierto el fondo de los moldes con una capa de chocolate negro y lo he congelado unos 20 minutos. Después he puesto otra capa con chocolate blanco y lo he puesto de nuevo en el congelador por 20 minutos más. Mientras he ido preparando el relleno crujiente: he machacado los copos de maíz dulce (vamos, los cereales de toda la vida…) y lo he mezclado a partes iguales con 1 cucharada de cada de los dos chocolates. Como si estuviera haciendo unas piedras de chocolate. Lo he repartido en los diferentes moldes y lo he acabado cubriendo con otra capa de chocolate blanco….y al congelador de vuelta.

Florecillas rellenasFlores rellenas:
Con un molde de florecillas, he hecho una capa de chocolate blanco y lo he dejado 20 minutos congelándose. Con la ayuda de una cucharilla de café he ido poniendo mermelada de fresa (para que quedara un poco más fluida la había calentado previamente 😉 ). He cubierto con otra capa de chocolate blanco y se han vuelto al congelador.

Semi-esferas picantes:Esferas con sal
Ésta puede ser la variedad que os sorprenda más, pero es una delicia. He cubierto los moldes con una capa del chocolate negro y lo he congelado durante unos 20 minutos. Con el que aún me quedaba, lo he dividido en dos partes. Y en una de ellas he puesto una cucharita pequeña de pimienta negra molida y un poquito de sal. Si si….lo has leído bien: sal y pimienta. Lo he mezclado hasta asegurarme que estuviera bien homogéneo y he hecho una capa con ello como de relleno. Y por último lo he acabado cubriendo con el resto del chocolate negro.

No es necesario disponer de moldes específicos para chocolate, con cubiteras de silicona ya hay suficiente. Os recomiendo que para no se hagan burbujas interiores es mejor sacudir el molde y darle unos golpecitos antes de ponerlo a congelar. Dependiendo de lo fuerte que esté el congelador, deberías poder tenerlos listos en un par o tres de horas. Pero es mejor hacerlo con tiempo para asegurarnos que han solidificado bien. Si los hubiera hecho con el ganaché se derretirían rápidamente.
Es un postre para todos, grandes y pequeños. Y los más peques de casa también pueden ayudar a preparar. Comprar una caja es muy sencillo, pero con un surtido de bombones caseros quedarás estupendamente. Tanto para regalar a alguien como para comértelos tú sol@ porqué te quieres un montón. Lo importante es darle un toque dulce al día. Hasta la próxima golos@s!