BUNDT CAKE DE CHOCOLATE CON CREMA DE NARANJA

Muy buenas a tod@s!
Hoy me he levantado con ganas de dulce, sobretodo de chocolate, pero así solo no 😩. Para ello habría bastado con abrir una tableta e hincarle el diente, pero me apetecía algo para acompañar el café con leche, algo como un bizcocho.
Ya os conté cuando preparé el bundt cake marmolado que éste tipo de bizcocho no tiene nada de especial, excepto por el tipo de molde que se utiliza. Pero para ésta receta os valdría cualquier otro molde que tengáis en casa. Yo, ya que tengo uno con ésta forma pues he aprovechado….
Como otras veces, me he inspirado en recetas de diferentes sitios y he conseguido la mía propia. De eso se trata también, de probar, experimentar y obtener un resultado fabuloso a nuestro gusto. Pero si no eres muy asidu@ a la repostería, por ahora te aconsejo que sigas las recetas paso a paso, para no tener que repetirlo 1000 veces! Con el tiempo y la práctica, podrás ir improvisando sobre la marcha, arreglar desperfectos al momento e incluso cambiar ingredientes sin ningún problema. Aunque doy por hecho que prefieres saber también como he preparado yo ésta receta, verdad? Bueno, pues apunta la lista de la compra y ahora te cuento. He utilizado los siguientes ingredientes:

  • 4 huevos M-L
  • 200 gr de azúcar
  • 200 ml de aceite de girasol
  • 15 ml de extracto de vainilla
  • 300 gr de harina
  • 1’5 cucharaditas (de café) de levadura
  • 2 cucharadas (de postre) de cacao en polvo
  • 220 ml de leche
  • zumo de 1/2 limón
  • 250 gr de chocolate negro
  • 200 ml de nata
  • 15 ml de zumo de naranja
  • colorante alimentario (opcional)

Aunque parezca una mezcla rara, empieza a poner el zumo del medio limón en la leche. Y déjalo a temperatura ambiente unos 10 minutos. Con ésto conseguimos una buttermilk casera, pero si donde vives puedes conseguirlo fácilmente mejor. Adquiere un aspecto a leche cortada, pero no está mala! Es lo que esperamos con ésta mezcla casera…
Los elementos secos, es decir la harina, la levadura y el cacao en polvo hay que tamizarlos. Una vez los tengas pesados, mézclalos y pásalos por un tamiz todos juntos, para que después estén bien distribuidos. Aunque de momento reserva la mezcla para más tarde.
En un bol vamos a poner los huevos junto a  170 gr de azúcar y el aceite de girasol. Con unas varillas bate hasta tener una mezcla homogénea. Añade la mitad de los elementos secos de antes y la mitad de nuestra buttermilk casera sin dejar de remover. Y después, antes de repetir con la otra mitad,  pon también el extracto de vainilla. Al acabar debes tener una masa bastante líquida, pero a la que le falta una cosa más: el chocolate fundido. Así que fúndelo al baño maría o al microondas (como elijas) y añádelo, pero asegúrate que no quede ningún grumo y también que no se queme (sino va amargar….).
Precalienta el horno a 180°C con el calor arriba y abajo y luego engrasa el molde con un poco de aceite de girasol y harina. Si quieres también puedes utilizar un spray desmoldante, pero yo prefiero lo de siempre (y así ahorrarme un dinerito 😛 ). Vierte la masa del bizcocho en el molde y a hornear. En éste punto puede variar bastante el tiempo de cocción. Si has utilizado un molde de bundt cake como yo, que es más ancho vas a necesitar unos 50 minutos. Pero si has usado un molde donde la masa quede más distribuida y con menos grosor deberás ir comprobándolo. La cuestión es que lo vayas controlando con un palillo: cuando salga completamente limpio el bizcocho está en su punto. Te aconsejo que pongas la mitad del tiempo el calor solamente por la parte inferior del horno, porqué en la superior enseguida conseguimos una corteza en el bizcocho, que si tiene el calor muy cerca se tuesta rápidamente. Aunque también hay la opción de cubrir el molde con un poco de papel de plata para evitar ésta corteza…. Pero mejor que pongas de todas maneras el horno con calor abajo durante la mitad de la cocción, será lo mejor!
Deja enfriar totalmente el bundt cake antes de cortarlo para rellenarlo. La crema de naranja es de lo más sencilla. Sólo hay que montar la nata junto con los 30 gr de azúcar restantes y los 15 ml del zumo de naranja. Si quieres añadirle también la ralladura de la piel de naranja, le dará un toque más fresco. Pero como prefieras. Puedes poner, o no, un poco de colorante naranja para potenciar el color de la crema. Yo si que se lo he puesto 😛 y como no tenía estabilizante en casa, se me ha quedado un poco blanda. Pero he aprovechado la forma del bizcocho para rellenarlo tanto por dentro como por la «chimenea» del medio, así toda la superficie está con crema de naranja.
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Como es un bizcocho muy grueso ya va bien ése extra de crema. Y la verdad es que la combinación de chocolate y naranja es estupenda. Aunque para mi gusto es bastante suave (tengo que buscar otra manera para conseguir una crema con más sabor a naranja aún!), en general es un dulce contundente. Así que con tan solo un trocito tendréis suficiente para poder disfrutarlo o con más gente o durante más días, como prefiráis. Recordad en darle un toque dulce a vuestro día, que las penas con azúcar pasan mejor 😉 Hasta la próxima golos@s!

BUNDT CAKE MARMOLADO

Hola, muy buenas !!!
¿Como estáis golos@s? Estoy segura que con ganas de algo dulce, después de «vigilarnos» lo que comemos durante toda la semana… Y como acabo de adquirir un nuevo molde y un libro de recetas (otro más 😛), tengo ganas de estrenarlos inmediatamente. Ya hacía tiempo que quería un molde para hacer un bizcocho de Saboya, o como se dicen ahora, bundt cake. Su forma característica, que me recuerda a un volcán (y sus diferentes acabados vendrían a ser la lava derretida) siempre me ha gustado mucho, y sé que a la hora de hornear va a quedar el bizcocho perfectamente hecho por el centro (su «chimenea» lo garantiza). Me retenía de comprar nada más por cuestión de espacio en la cocina, que ya tengo que ir haciendo malabares para guardar todo lo que tengo. Pero es que no puedo resistirme! Y ahora ya es mío!!
He estado «investigando» un poco el origen de éstos bizcochos, y datan de la edad media en Saboya, Italia. Bueno, vosotr@s también podéis mirarlo, así que no me voy a enrollar. Lo que si que me ha parecido casualidad es que el día 15 de noviembre, es decir…mañana, es el día internacional del bundt cake. No habría sido tan oportuno ni haciéndolo aposta! Y mirando recetas en el nuevo libro, he encontrado una precisamente de un bundt cake de vainilla y chocolate que me ha causado muy buena impresión. Ésto es una señal: molde nuevo, libro con receta ideal en la semana que se celebra su día…. Decidido! Me pongo a ello!!! Y veo que lo que necesito es:

  • 400 gr de harina
  • 300 gr de mantequilla
  • 450 gr de azúcar
  • 80 gr de cacao en polvo
  • 150 ml de leche
  • 5 huevos M-L
  • 1 sobre de levadura química
  • 15 ml de extracto de vainilla
  • pizca de sal

Voy siguiendo la receta paso a paso y veo que no es complicada. Pensaba que los bizcochos de dos sabores resultarían más difíciles de preparar para que no se juntaran. Pero tal y como lo explica….es realmente sencillo. Y como veo que todos lo podríais hacer también, yo os lo transmito tal cual. También es la primera vez que lo preparo yo… Así que ya veremos como sale al final.
Bueno, os cuento como se hace. Hay que mezclar en un bol grande la harina, la levadura y la sal y se tamiza a otro bol. De momento se guarda así.
Hay que mezclar la mantequilla blanda (recordad que debe parecer una pomada) junto al azúcar. Con las varillas se va batiendo hasta que adquiera un aspecto blanquecino y casi doble su volumen. Se le añade el extracto de vainilla sin parar de batir y cuando se haya integrado, hay que ir agregando los huevos de uno en uno. Siempre es recomendable romperlos a parte, para que no nos encontremos sorpresas después😜.
Es hora de ir añadiendo poco a poco la mezcla que teníamos reservada de harina. Hay que ir alternándola con 120 ml de la leche; así que se pone harina, se bate, leche, se bate….. Aquí es donde me he dado yo cuenta del volumen de masa! Casi no cabía en el bol de mi batidora. Pero al final si que ha cabido, jejeje.
Debe quedar una masa fina y densa, pero no tanto como una masa de cookies. Hay que dividir la masa en dos partes iguales. Y disolvemos el cacao con el resto de la leche. ¿sabéis que se hace ahora, verdad? Exacto! Una de las partes de la masa se va a mezclar con el cacao disuelto.
Para conseguir el efecto marmolado, hay que ir combinando las masas en el molde para hornear, alternando cucharadas de una y de otra. Y si quisiéramos un efecto cebra, solo bastaría hacer zic-zac con un palillo largo por toda la masa, una vez esté en el molde.
Con el horno precalentado a 180°C, calor arriba y abajo, hay que hornear a media altura durante 50-60 minutos. Hay que tener en cuenta que el grosor de la masa influye, y con éste tipo de moldes es lo que toca. También os digo que si no tenéis uno, siempre podéis usar el que tengáis en casa, pero tendréis que ajustar el tiempo. Mi molde es de silicona, y la verdad es que siempre trabajo con moldes rígidos, así que tengo mis dudas aún.
Cuando véais que está totalmente hecho, dejadlo enfriar. Para decorar un poco, basta con espolvorearlo con azúcar glas, o como he hecho yo…. darle un baño de chocolate de cobertura. Ya que me salto la «dieta», lo hago bien 😆.

marmolado

Al final no ha quedado mal, no? Ya estoy babeando a la espera de catarlo en la merienda.

Recordad en darle un toque dulce a vuestras vidas, aunque estéis a dieta (que por un día no pasa nada!) Hasta la próxima golos@s!