TARTA FRÍA DE GALLETA

¿Hay alguien aquí o estáis tod@s de vacaciones?

Seguro que algun@ ya las hizo anteriormente (y ya están olvidadas, como me pasa a mi), y a otr@s aún os quedan varios días para que lleguen. Pero sea como sea, a todos nos gusta disfrutar del tiempo libre del que disponemos. Y no siempre tenemos las ganas suficientes de trabjarnos un señor postre, como es debido, aunque nos apetezca un montón. Es por ésto que hoy os quiero mostrar una tarta fría muy resultona y con gran sabor, pero que no cuesta nada en absoluto prepararla. En serio, no es nada complicada.
De hecho, ésta tarta seguro que más de uno de vosotr@s la habrá preparado en casa cuando las vacaciones duraban casi los 3 meses de verano. Al menos en mi caso era así! Sólo necesitabas que algún adulto se supervisara a la hora de cocinar con el fogón, y eso le llevaba un momento. Y con muy pocos ingredientes y un montaje súper-sencillo, conseguimos una tarta. Yo me creía la mejor pastelera del mundo cuando ya la tenía preparada 😎😎 jejeje.

Pero aunque ahora me atrevo con cosas más complicadillas de elaborar, el sabor de ésta tarta aún me sigue encantando. Ya dicen que los olores y sabores que se experimentan de niños se quedan en la memoria de por vida, aunque no se vuelvan a disfrutar jamás. No? Bueno, pues en honor de aquellos sabores de recuerdos infantiles, os voy a enseñar ésta receta. Apunta lo que se necesita (aunque lo más seguro que no tengas que comprar nada debido a que lo tendrás ya en casa):

  • galletas
  • preparado para flan/natillas
  • 3 hojas de gelatina
  • 150 gr de azúcar
  • chocolate negro (opcional)
  • leche

No especifico más cantidades porqué van a depender de vuestro gusto. Yo usé dos sobres del preparado de la marca Potex (no es por hacer publicidad, eh!), pero realmente sirve cualquiera. Eso sí, debemos seguir las instrucciones de preparación que diga el fabricante. En mi caso, en la caja se diferencian dos preparaciones distintas: natillas y flanes (una es más densa que la otra). Así que lo primero que tube que pensar fue en la consistencia que querría para mi tarta, y cuanto más densa mejor. Me decidí por la preparación modo flan y me aconsejaba lo siguiente: disolver el contenido de los sobres en 1/2 litro de leche fría. El otro 1/2 litro más, junto con el azúcar, se tiene que poner al fuego hasta que empiece a hervir y luego se le añade la mezcla disuelta. Se debe aflojar el fuego a intensidad media durante unos 5 minutos más, sin dejar de remover y apartarlo para dejar atemperar. Es el único paso que donde se necesita un adulto…

Pero como no quería que se me desmoronara la tarta, opté por añadirle un poco de gelatina (aunque si no hay prisa y se deja la tarta reposar el tiempo suficiente, no sería necesaria). Ya sabéis que se debe hidratar en agua fría unos 10 minutos antes de usarla. Después de escurrir las láminas, se las añadí a la leche caliente antes de mezclarlo con los polvos disueltos. De éste modo me aseguré que tuviera tiempo suficiente como para deshacerse por completo y evitar grumos indeseados. Éstos dos sencillos pasos es todo lo complicado de la receta…..vamos, ideal para los peques. Solo queda el montaje.

Cubrid el fondo de un molde con una capa de galletas. Si el molde es redondo, usa galletas redondas….y si es cuadrado o rectangular, mejor si las galletas tienen la misma forma. Tened en cuenta que la calidad de las galletas va a influir muchísimo en el sabor final. Yo, siempre he usado las galletas tipo María, que son bastante dulzonas, pero ésta vez tenía unas de las más baratas (luego me arrepentí de no haber puesto las de siempre…. 😜 ). Bueno, la cuestión es que se deben hacer capas: una de galleta, una de «flan». Y aquí como siempre dependerá de vuestro agrado: se puede hacer solo una base de galleta y lo demás de flan, o muchas capas. A mi me dio para hacer tres capas de cada. Sólo hay que tener en cuenta de que la última sea de flan. Porqué se va a servir en ésta posición, vamos…. que si se desmolda, no hay que darle la vuelta. Eso sí, hay que dejarla en la nevera un buen ratito, para que coja toda la consistencia necesaria como para cortarla.

Saqué un trocito para hacerle la foto que veis, aunque el resto nos lo comimos directamente de la fuente (no sé porqué. … pero sabía incluso mejor 😆😆 ).

Hay diferentes modos de presentación, como por ejemplo con una capa de chocolate fundido en lo alto; o incluso ir alternándolo con las capas de flan y galleta…. De allí que os haya indicado el chocolate en los ingredientes necesarios. Y si estáis un poco más inspirados y con ganas de hacer un postre más elaborado podéis preparar crema pastelera casera y usarla en vez del preparado comercial. Yo os he enseñado la versión más barata y sencilla, la de siempre! Pero vosotr@s decidís qué toque queréis darle a vuestra tarta fría.

Ahora toca ir a disfrutar de vuestro tiempo de vacaciones, pero recordad en darle un toque dulce a la vida. Hasta la próxima golos@s!